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Cómo cuidar tus pies secos y agrietados: guía para mantenerlos suaves e hidratados

Se acerca el verano y, con él, el uso de calzado abierto. Es el momento perfecto para prestar atención a tus talones agrietados y asegurarte de que tus pies luzcan suaves e hidratados.

Desde Apeu, como expertos en salud podal, hemos elaborado esta guía en la que te enseñamos a cuidar tus pies para que aguanten toda la temporada estival en perfectas condiciones.

¿Por qué se agrietan los talones y se resecan los pies?

Los pies secos son el resultado de una combinación de factores que afectan la hidratación y elasticidad de la piel. La falta de glándulas sebáceas en los talones, la exposición prolongada a ambientes secos, el uso de calzado inadecuado y ciertas condiciones médicas pueden contribuir a la sequedad y agrietamiento de la piel en esta zona.

Además, caminar descalzo o el uso frecuente de sandalias puede aumentar la presión sobre los talones, favoreciendo la aparición de grietas.

Si notas que la sequedad persiste o aparecen molestias al caminar, puede ser señal de un desequilibrio en tu forma de pisar. En nuestro estudio biomecánico de la pisada analizamos cómo afecta la presión a zonas como los talones, ayudándote a prevenir grietas crónicas.

Signos de alerta: ¿cuándo preocuparse por los pies agrietados?

Los pies agrietados pueden ser más que una preocupación estética; también pueden indicar problemas de salud subyacentes.

Presta atención a los siguientes signos:

  • Síntomas de grietas superficiales y profundas: las grietas superficiales pueden causar molestias leves, mientras que las grietas profundas pueden ser dolorosas y sangrar, aumentando el riesgo de infecciones.
  • Complicaciones si no se tratan a tiempo: la falta de tratamiento puede llevar a infecciones bacterianas o fúngicas, dolor al caminar y, en casos severos, ulceraciones, especialmente en personas con diabetes o problemas circulatorios.

Si observas estos signos, es importante actuar de inmediato para prevenir complicaciones mayores.

Rutina diaria de hidratación para mantener tus pies saludables

La hidratación de los pies es esencial para mantener la piel suave y prevenir el agrietamiento. Incorpora los siguientes pasos en tu rutina diaria:

  • Limpieza, exfoliación e hidratación diaria: lava tus pies con agua tibia y jabón suave, sécalos completamente, exfolia suavemente con una piedra pómez para eliminar células muertas y aplica una crema hidratante específica para pies.
  • Mejores momentos para aplicar crema hidratante: ponte la crema después del baño y antes de acostarte, cuando la piel está más receptiva a la absorción de nutrientes.
  • ¿Cómo hidratar los pies en casa de forma efectiva?: utiliza cremas que contengan urea, ácido salicílico o alfahidroxiácidos, que ayudan a retener la humedad y suavizar la piel. Para una hidratación profunda, aplica la crema, cubre los pies con calcetines de algodón y déjalos actuar durante la noche.

Mantener una rutina constante de hidratación es la forma más efectiva de prevenir problemas de sequedad en los pies.

hidratacion pies

Remedios caseros y productos recomendados para talones secos

Si tienes los pies resecos, puedes utilizar remedios naturales que ayudan a mejorar su aspecto. El aceite de coco o de oliva, aplicado antes de dormir y con calcetines, hidrata en profundidad. La miel suaviza gracias a sus propiedades humectantes, y el aloe vera aporta frescor y favorece la regeneración. También puedes usar productos formulados con urea o ácido salicílico, que exfolian y retienen la humedad, ayudando a mantener la piel flexible y cuidada.

En algunos casos, usar productos adecuados no es suficiente, y es necesario incorporar plantillas ortopédicas personalizadas para redistribuir la carga en el pie y reducir el impacto en los talones. Esto mejora la cicatrización y previene el empeoramiento de grietas.

Cómo prevenir los talones agrietados

Mantener tus pies hidratados todos los días es la mejor forma de evitar que se agrieten. Usa una crema tras el baño, elige calzado que proteja bien los talones y lava y seca tus pies con cuidado. Exfoliar la piel una vez por semana evita que se acumulen durezas. Incluir estos gestos en tu rutina diaria te ayudará a conservar la suavidad y salud de tus pies.

Cuidado adicional: hidratación de uñas y cutículas del pie

Hidratar las uñas de los pies y cuidar las cutículas no solo mejora su aspecto, también previene problemas como roturas, durezas o infecciones. Esta zona suele olvidarse en las rutinas de cuidado, pero si le prestas atención de forma regular, notarás una gran diferencia tanto en la salud como en la estética de tus pies.

  • Aplica una crema específica tras la ducha: el mejor momento para hidratar es justo después del baño, cuando la piel está limpia y más receptiva. Utiliza una crema nutritiva para pies, extendiéndola también sobre las uñas y la base de las cutículas con un suave masaje circular.
  • Usa aceites naturales para las cutículas: dos o tres veces por semana, puedes aplicar una gota de aceite de almendra o de argán sobre cada uña. Esto suaviza las cutículas y evita que se resequen o se endurezcan.

Incluir estos pequeños gestos en tu rutina de cuidado semanal te ayudará a mantener las uñas de los pies fuertes, suaves y bien cuidadas durante todo el año.

Preguntas frecuentes sobre la hidratación de los pies

Si aún te han quedado algunas dudas acerca del cuidado para evitar que tus pies estén secos y agrietados este verano, aquí te dejamos algunas respuestas extra:

¿Cuál es la mejor crema para pies agrietados?

Para tratar las grietas en los pies, busca cremas que contengan ingredientes como urea, ácido salicílico o alfahidroxiácidos, que ayudan a exfoliar e hidratar la piel seca.

¿Qué hacer si las grietas sangran o duelen?

Es importante mantener la zona limpia, aplicar un ungüento antibacteriano y cubrirla con un vendaje. Evita caminar descalzo y consulta a un especialista si el problema persiste.

¿La hidratación de los pies ayuda a prevenir hongos?

Sí, hidratar los pies regularmente ayuda a mantener la piel intacta y resistente, lo que reduce el riesgo de infecciones fúngicas. Una piel bien hidratada actúa como barrera protectora contra la entrada de hongos y bacterias.

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