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La importancia de la podología infantil: cuidando los pies de los más pequeños

La podología infantil es una especialidad médica dedicada al estudio, diagnóstico y tratamiento de las afecciones de los pies en los niños. La salud podológica en los primeros años de vida es crucial para prevenir problemas futuros y garantizar un desarrollo adecuado del aparato locomotor.

Desde Apeu Podología, clínica podológica en Ibi, te contamos por qué es tan importante cuidar los pies de los más peques.

Desarrollo del pie en la infancia

El desarrollo del pie en los niños es un proceso complejo que comienza en el útero y continúa hasta la adolescencia. Los pies de los bebés están formados principalmente por cartílago, que se endurece y convierte en hueso a medida que crecen. Durante este proceso, es esencial prestar atención a cualquier signo de anormalidad, ya que los problemas no tratados pueden afectar la postura, el equilibrio y la movilidad.

Principales patologías podológicas en niños

La salud de los pies en la infancia es fundamental para garantizar un desarrollo adecuado del aparato locomotor. Existen diversas afecciones podológicas que pueden afectar a los niños, generando molestias, alteraciones en la marcha e incluso problemas posturales que podrían persistir en la edad adulta. A continuación, se detallan las patologías más comunes y sus posibles tratamientos.

Pies planos: causas, síntomas y tratamiento

El pie plano infantil se caracteriza por la ausencia total o parcial del arco plantar, lo que provoca que toda la planta del pie esté en contacto con el suelo. Esta condición puede ser fisiológica o patológica. En muchos casos, el pie plano se considera una fase normal del desarrollo hasta los 5-6 años, cuando el arco plantar comienza a definirse. Sin embargo, si persiste más allá de esta edad o genera dolor y fatiga en los pies o piernas, es necesario acudir a un podólogo infantil para una evaluación.

Los síntomas pueden incluir:

  • Dolor en el pie, tobillo o pierna, especialmente después de actividades físicas.
  • Desgaste anormal del calzado.
  • Dificultad para correr o caminar largas distancias.
  • Postura compensatoria, como una inclinación excesiva de las rodillas hacia adentro.

El tratamiento varía según la severidad del caso. En niños pequeños, se recomiendan ejercicios de fortalecimiento y el uso de calzado adecuado. En casos más avanzados, pueden ser necesarias plantillas ortopédicas personalizadas para mejorar la alineación del pie y prevenir complicaciones futuras.

Pies cavos: identificación y abordaje terapéutico

El pie cavo se caracteriza por un arco plantar excesivamente elevado, lo que provoca una distribución desigual del peso corporal y puede generar dolor al caminar o estar de pie durante largos periodos. A diferencia del pie plano, esta alteración puede causar inestabilidad en la marcha, aumentando el riesgo de esguinces y caídas.

Las causas del pie cavo pueden ser congénitas o estar relacionadas con trastornos neuromusculares, como la parálisis cerebral infantil o la distrofia muscular.

Los principales signos y síntomas incluyen:

  • Dolor en la zona plantar o en los dedos.
  • Dedos en garra.
  • Callosidades y zonas de hiperpresión en la planta del pie.
  • Dificultad para encontrar calzado adecuado.

El abordaje terapéutico depende de la gravedad del caso. En casos leves, se recomienda el uso de calzado con buena amortiguación y soporte, ejercicios de estiramiento y fisioterapia para mejorar la movilidad del pie. En situaciones más severas, pueden ser necesarias ortesis plantares o, en última instancia, cirugía correctiva.

Enfermedad de Sever: dolor en el talón durante el crecimiento

El pie cavo se caracteriza por un arco plantar excesivamente elevado, lo que provoca una distribución desigual del peso corporal y puede generar dolor al caminar o estar de pie durante largos periodos. A diferencia del pie plano, esta alteración puede causar inestabilidad en la marcha, aumentando el riesgo de esguinces y caídas.

Las causas del pie cavo pueden ser congénitas o estar relacionadas con trastornos neuromusculares, como la parálisis cerebral infantil o la distrofia muscular.

Los principales signos y síntomas incluyen:

  • Dolor en la zona plantar o en los dedos.
  • Dedos en garra.
  • Callosidades y zonas de hiperpresión en la planta del pie.
  • Dificultad para encontrar calzado adecuado.

El abordaje terapéutico depende de la gravedad del caso. En casos leves, se recomienda el uso de calzado con buena amortiguación y soporte, ejercicios de estiramiento y fisioterapia para mejorar la movilidad del pie. En situaciones más severas, pueden ser necesarias ortesis plantares o, en última instancia, cirugía correctiva.

Enfermedad de Sever: dolor en el talón durante el crecimiento

La enfermedad de Sever es una de las principales causas de dolor en el talón infantil, especialmente en niños que practican deportes de impacto como el fútbol, el baloncesto o la gimnasia. Se trata de una inflamación del cartílago de crecimiento del calcáneo debido a la tracción repetitiva del tendón de Aquiles sobre el hueso en desarrollo.

Los síntomas más comunes incluyen:

  • Dolor en la parte posterior del talón, especialmente después de la actividad física.
  • Inflamación y sensibilidad al tacto en la zona afectada.
  • Dificultad para apoyar completamente el pie en el suelo.

El tratamiento se basa en reducir la inflamación y aliviar la presión en la zona afectada. Se recomienda:

  • Reposo y reducción de la actividad deportiva temporalmente.
  • Aplicación de frío local tras el ejercicio.
  • Estiramientos del tendón de Aquiles y la fascia plantar.
  • Uso de taloneras de silicona o plantillas ortopédicas para amortiguar el impacto.

Papilomas plantares: prevención y tratamiento

Los papilomas plantares, también conocidos como verrugas plantares, son lesiones causadas por el virus del papiloma humano (VPH). Son frecuentes en niños debido a su exposición en entornos húmedos como piscinas, vestuarios o duchas públicas.

Los papilomas suelen manifestarse como:

  • Pequeñas protuberancias en la planta del pie, con un punto negro central.
  • Dolor al caminar, especialmente si la lesión se encuentra en zonas de apoyo.
  • Agrupaciones de verrugas en casos más avanzados.

Para prevenir la infección por VPH en los pies de los niños, es recomendable:

  • Evitar caminar descalzo en espacios públicos húmedos.
  • Secar bien los pies después del baño y utilizar calzado transpirable.
  • No compartir toallas ni calzado.

El tratamiento puede incluir:

  • Aplicación de productos queratolíticos con ácido salicílico.
  • Crioterapia (congelación de la lesión con nitrógeno líquido).
  • En casos resistentes, eliminación láser o quirúrgica.

Alteraciones en la marcha: detección y corrección

Algunas alteraciones en la marcha pueden ser parte del desarrollo normal del niño, pero otras requieren una intervención especializada. Entre las más comunes se encuentran:

  • Marcha en puntillas: frecuente en los primeros años, pero si persiste más allá de los 3-4 años, puede estar asociada a problemas neuromusculares.
  • Marcha con los pies hacia adentro (metatarso aducto o anteversión femoral): suele corregirse con el tiempo, pero si genera tropiezos constantes, es recomendable una evaluación podológica.
  • Marcha con los pies hacia afuera: en algunos casos puede ser un indicio de alteraciones en la cadera o el fémur.

La detección temprana permite implementar tratamientos adecuados como fisioterapia, ejercicios correctivos o uso de ortesis en casos necesarios.

Importancia de las revisiones podológicas periódicas

Realizar revisiones podológicas periódicas es esencial para detectar y tratar a tiempo cualquier anomalía en el desarrollo del pie infantil. Estas evaluaciones permiten identificar problemas antes de que se conviertan en afecciones crónicas, garantizando un crecimiento saludable y previniendo complicaciones futuras.

Consejos para el cuidado diario de los pies infantiles

  • Higiene: Lavar los pies diariamente con agua y jabón neutro, asegurándose de secarlos bien, especialmente entre los dedos, para prevenir infecciones.

  • Calzado adecuado: Elegir zapatos que se ajusten correctamente, con espacio suficiente para los dedos y fabricados con materiales transpirables.

  • Uñas: Cortar las uñas de forma recta para evitar que se encarnen.

  • Observación: Estar atento a cualquier cambio en la forma de caminar, quejas de dolor o alteraciones visibles en los pies.

  • Actividad física: Fomentar la actividad física regular para fortalecer la musculatura y promover un desarrollo adecuado.

Preguntas frecuentes sobre podología infantil

¿Es normal que mi hijo camine de puntillas?

Caminar de puntillas es común en niños pequeños y suele ser una fase normal del desarrollo. Sin embargo, si este hábito persiste más allá de los 2-3 años o se acompaña de rigidez, es recomendable consultar a un podólogo infantil para una evaluación.

¿Qué tipo de calzado es más adecuado para los primeros pasos?

Para los primeros pasos, es aconsejable que los niños utilicen calzado flexible, ligero y que permita la movilidad natural del pie. El zapato debe tener una suela antideslizante, ser transpirable y ofrecer un buen ajuste sin comprimir el pie.

¿Con qué frecuencia debo revisar los pies de mi hijo en casa?

Es recomendable revisar los pies de su hijo regularmente, prestando atención a cualquier signo de enrojecimiento, hinchazón, callosidades o cambios en la forma de caminar. Si observa alguna anomalía, consulte a un podólogo infantil.

¿Cuándo debo llevar a mi hijo al podólogo por primera vez?

Es recomendable realizar una primera revisión podológica cuando el niño empieza a caminar, alrededor del primer año de vida. Sin embargo, si hay antecedentes familiares de problemas en los pies o se observan anomalías en la marcha, es aconsejable acudir antes para una evaluación temprana.

¿Los niños deben caminar descalzos en casa?

Caminar descalzo en superficies seguras y limpias (como suelos de madera o alfombras) puede ser beneficioso para el desarrollo del pie, ya que fortalece la musculatura y mejora la propiocepción. No obstante, en suelos fríos o irregulares, se recomienda el uso de calcetines antideslizantes o calzado flexible.

¿Cómo detectar si mi hijo necesita plantillas ortopédicas?

No todos los niños necesitan plantillas ortopédicas. Su uso está indicado cuando hay problemas estructurales que afectan a la marcha o generan molestias. Algunos signos de alerta incluyen dolor frecuente en los pies, caídas constantes, desgaste anómalo del calzado o posturas inusuales al caminar. Un podólogo infantil puede realizar un estudio biomecánico para determinar si son necesarias.

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